viernes, 23 de noviembre de 2018

NUEVOS ENFOQUES Y SORPRENDENTES DESCUBRIMIENTOS







      COMPLETO INFORME SOBRE LOS REPTILES ACUÁTICOS  DE LA ERA SECUNDARIA.

                          Nuevos  enfoques  y sorprendentes descubrimientos


Los Mosasaurios, conocidos por sus hábitos predatorios en los cuerpos de agua del Cretácico, poseían un cráneo  masivo, aproximadamente triangular, y su potente mordisco estaba asegurado con las poderosas mandíbulas repletas de dientes incluso en el paladar.


En la mitad de la mandíbula inferior, contaban con una articulación especial, que les permitía abrir su boca en forma desmesurada. Esto le facilitaba engullir presas de gran talla, de un modo similar a como lo hacen las serpientes, con las cuales estaban íntimamente relacionados.

Estos seres monstruosos, gigantes y carnívoros, fueron concebidos para desarrollar tamaños inmensos, como el Hainosaurus, de  15 a 17 metros de largo, que aterrorizaba a los seres marinos hace unos 70 millones de años.


Estos gigantes que nos han cautivado por su tamaño y su fuerza, presentan una de las mayores tasas de crecimiento en el mundo animal.

Contaban con 130 vértebras (cuatro veces más que los humanos) provistas de altas apófisis espinosas.
Cada una estaba unida a la siguiente por medio de una junta articulada, que le facilitaba el desplazamiento acuático con movimientos serpentiformes, como las anguilas.


Estos cazadores eran más poderosos que cualquiera de los tiburones actuales. Restos de varias especies han sido hallados en múltiples lugares de Europa, Norteamérica, África y Oceanía.
Otros vestigios fragmentarios, han sido exhumados en Marruecos, Siria y Japón.

Dado que sus aletas traseras eran pequeñas, se propulsaban ondulando su cuerpo y la potentísima cola, como si de una serpiente gigante se tratara.

Con sus curvos dientes,parecidos a filosos puñales, desgarraba a sus víctimas, tragándolas posteriormente con más facilidad.


Sin ningún enemigo conocido, llegaron a increíbles tamaños: 18 metros de longitud corporal y a las 22 toneladas de peso. Sin dudas, se potenciaron como los mayores depredadores de su ecosistema.

Su piel era hidrodinámica, sus escamas muy similares a las de las serpientes, y es posible que tuvieran una lengua bífida.

En algunos ejemplares, la cola, que era su principal órgano locomotor, estaba dotada de una aleta en su extremo, muy parecida a la de los tiburones.

Mucho más robustos que otros "saurios acuáticos" habitaron en los mares que entonces cubrían gran parte de los actuales Estados Unidos, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Bulgaria, Polonia, Turquía y Jordania.

Eran "lagartos marinos" de reproducción "vivípara", muy emparentados con los varanos y las serpientes.

Las últimas novedades se refieren a las crías. Según paleontólogos de la prestigiosa universidad de Yale, estos magníficos reptiles no ponían sus huevos en  las playas; toda su vida se desarrollaría en el mar abierto, y es factible que los recién nacidos no vivieran en viveros cercanos a las costas, al contrario de lo que se sostuvo hasta hace poco tiempo.

CARLOS  BRUNETTO




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